domingo, 25 de noviembre de 2012

¡TRAS LA HUELLA... UNA ÉPOCA DE EFERVESCENCIA JUVENIL

¡TRAS LA HUELLA… UNA ÉPOCA 
DE EFERVESCENCIA JUVENIL!

Un estremecimiento de corazón

   Me refería un amigo mío de nombre Ángel Eligio Mendoza Parajón, que estuvo  presente en el Parque Central “Máximo Jerez” de esta ciudad de León, la tarde aciaga, fecha de la terrible masacre estudiantil de 1959, ¡qué lo que aconteció: "fue algo inesperado, impactante, terrible"! 

   ─Una tarde, esa tarde del jueves 23 de julio de 1959, en que fue sacudida la ciudad de León, mi corazón de muchacho sufrió un vuelco y que junto a esa sacudida, a mí me estremeció por completo, me cambió totalmente. ¡Yo que alegre paseaba buscando el carnaval de los estudiantes ─“El Carnaval de los Pelones”!─ esas fiestas que eran risibles, graciosas, de mucho colorido y que toda la ciudad se alborotaba con la llegada de los estudiantes que venían de todas partes del país, y le metían bulla a la apacible ciudad de León: ¡Llegaron los Pelones! Y todo mundo buscaba los “Manifiestos de los Reyes Feos” que hacían morir de risa a grandes y chicos.

   Pero esa tarde todo iba a cambiar. De la alegría carnavalesca del desfile, éste cambió y se convirtió en una corriente indetenible de un mar estudiantil. Ya antes, se había desarrollado un desfile de profundo luto por los muertos en “El Chaparral”, y se iba a oficiar misa por el alma de los muchachos caídos, pero los guardias impidieron que se asistiera a la Iglesia El Calvario.

   Y ese día o esa tarde, mejor dicho, los estudiantes con energía alzaban sus voces, y las voces juveniles que sonaban a una sola, eran las voces de protesta, que hacía retumbar las paredes y las calles por donde pasaban los muchachos, que recorrieron algunas calles de León, gritando:  ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!

   Los estudiantes denunciaban y protestaban por la masacre de “El Chaparral (24 de junio 1959)”. Denunciaban la vil masacre que, entre la guardia de Honduras y Nicaragua, con el apoyo de la Misión Militar Norteamericana, habían perpetrado criminalmente contra la vida de varios jóvenes estudiantes. Jóvenes de alta moral y entrega patriótica, como: Manuel Baldizón, Marcelo Fernández, Antonio Barboza y Enrique Morales Palacios. Y que además, había resultado herido el estudiante de la Facultad de Derecho, UNAN-León, Carlos Fonseca. La marcha también exigía la libertad de varios estudiantes capturados, proclamaban la consolidación de la Autonomía Universitaria (obtenida el 27 de marzo de 1958), y...¡Libertad! Y...¡Justicia! ¡Libertad!...

   Esos corazones juveniles que habían cargado en sus hombros la responsabilidad histórica de luchar contra la dinastía somocista, y que habían caído, eran el centro del corazón de una ¡LIBERACIÓN!, que irradiaba como faro de luz y cuyo albor esparcía y envolvía los corazones de la juventud nicaragüense.

   La tarde se volvió tensa, tirante, pesada. La guardia cuyo comando estaba enfrente a lo que fue el Teatro González, o sea de la antigua Casa Prío (de Dn. Agustín Prío Largaespada), 1 c. al Sur, (hoy sede de los Combatientes Históricos), estaba silencioso pero había movimiento en su interior, y se notaba ese movimiento en los balcones del segundo piso, aunque ya un pelotón andaba en la calle al mando de Tacho Ortiz.

 Los choferes de la parada de la plaza y otros que se ponían cerca donde Prío, y la gente que se había acercado, junto conmigo, estábamos expectantes. Recuerdo a don Arturo Pozo, Francisco Gutiérrez, un señor de nombre Alfredito Quintero, y otro de nombre Napoleón Jerez; recuerdo a Carlos y su Hermano Uriel Zambrana, a don Gerardo Dimas

   De pronto todo era movimiento, un grupo de universitarios se dirigió hacia el comando G.N. Un estudiante salía en libertad, todos regresaron hacia donde estaba el grueso de la manifestación, que habían llegado de la parte suroeste del Parque la Merced, buscando el Club Social. Se manifestaban los muchachos asiendo fuertemente las banderas de Nicaragua y de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN). Entre los marchistas venían muchos conocidos. Los estudiantes se detienen en la propia esquina de la Librería Recalde y del club... Gritan consignas, hay discursos… uno de los estudiantes habla en uno de los salientes del edificio del club, (después me di cuenta que fue el poeta Fernando Gordillo y que además, me dijo el “Tigrillo Madriz”, que se había envuelto en la bandera de la universidad, y otro que habló, fue el Br. Joaquín Solís Piura, presidente del Centro Universitario; y una voz vibrante, Humberto Obregón…). Y la guardia, que estaba apostada en la esquina de Prío y el Parque Central unos se tienden en el piso, otros ponen una rodilla en el pavimento y otros de pie... Algunos muchachos se sientan en el pavimento… Y cuando la guardia maniobra los macabros “garand”, todos nos asustamos el ruido fue horrible, y un viejo medio gordo, blanco, daba la orden de apuntar (era Tacho Ortiz) y de repente dan la orden de lanzar las bombas… Y de pronto truena una balacera ensordecedora. Era un horrendo ruido, lúgubre, pavoroso. Y de sus cañones salían lluvias de balas en busca de corazones juveniles; era lluvia de plomo y muerte, era una lluvia… ¡la que parecía como eterna!

   Todos los que estábamos en el parque corrimos hacia la estatua de Máximo Jerez buscando la plaza, pero detrás de nosotros nos seguía el ruido de la balacera, los gritos, los ¡ayes! Y otros gritos que salían de no sé de donde: ¡Asesinos! ¡Asesinos! Y llantos… y carreras…

   Respira... y después de hacer una pausa, como queriéndose trasladar al pasado, me dice ─¿No has leído el trabajo titulado “Masacre Estudiantil”?, su autor fue el recordado periodista Rolando Avendaña Sandino (RAS), en el que escribe: “La escena resulta difícil de narrar, fue un cuadro macabro en que centenares de personas se aglomeraban por un instinto de conservación en refugios improvisados tratando de salvarse de la lluvia de balas portadoras de la muerte”.

   ¿Y del poeta Fernando Gordillo Cervantes?, ─que dice, en su testimonio “La Tarde del 23”─, “…apareció un muchacho con la bandera de la Universidad. Se la quité, sin percatarme, como sonámbulo, empecé a caminar con ella hacia el pelotón de soldados; no sé que causa me movería a hacerlo, pero en ese momento Ernesto Castillo, se me acercó gritando y me detuvo.”     
                                                                                                                                                
   ─Luego, sigue relatando, que la humazón se disipó y los guardias se retiraron… se empezó a despertar de lo aturdido del momento… se escuchó el aullido de las sirenas de las ambulancias. Jóvenes tendidos en el pavimento, en las aceras, en los marcos de la puerta. Unos muertos… otros heridos… Sangre, masa encefálica untada en las paredes de la clínica del Dr. Espinoza y en las cunetas corría el líquido rojo de la sangre, de los muchachos caídos. Aquello era terrible. Había un solo desconcierto. Los estudiantes que no resultaron heridos auxiliaban a sus compañeros, los montaban en carros, camionetas, taxis y los trasladan al Hospital San Vicente, que estaba atestado de tantos heridos, muertos y de gente que corría como loca. ¡Y los gritos, y el llanto! ¡Todo aquello era estremecedor, aquí, en el hospital! Me contaba el “Tigrillo Madriz… el Br. Oswaldo Madriz”, apuntaba Ángel Eligio.

   ¡Habían caídos masacrados: Sergio Saldaña, José Rubí, Erick Ramírez y Mauricio Martínez!, y más de un centenar de jóvenes gravemente heridos. Entre ellos: Gonzalo Alvarado Acetuno, Faustina Palma, Juan Quiroz, Luis Rivas, Luis Felipe Pérez, Bayardo Salmerón, uno de apellido Quant, César Blandino, Pedro Calderón, Alejandro Meza… y tantos y tantos otros… concluyó Ángel Eligio Mendoza Parajón, algo así como ausente, como queriendo atrapar los recuerdos con su doliente semblante.

   Con este hecho sangriento que conmocionó a la ciudadanía leonesa y que impactó a toda Nicaragua, la juventud leonesa ya no fue la misma. La huella dejada por esa criminal masacre, prácticamente selló el espíritu de rebeldía que habría de revelarse en la muchachada de la generación de ese entonces.

   En cada casa y en cada hogar se sentía el dolor y explotaba la ira. La condena contra la guardia era aireada y unánime. Todos condenaban tan brutal crimen. Las noticias se propalaban ─el 16 de febrero había aparecido Nicaragua Adentro con su piripipííííí─ y en todos los noticieros radiales era la noticia titular, y ésta, se comentaba y se discutía en todos los sectores y entre todas las edades: ¡Qué, tales métodos, utilizados por los Somoza y sus sicarios, eran completamente irracionales y estaban enlutando a todo el país.

La juventud era la única

   También se hablaba, para aquellos días sobre la lucha y protestas que se desarrollaban por parte de los estudiantes universitarios y de secundaria en distintas ciudades del país. De que los levantamientos armados en las montañas eran únicamente de la juventud, de esto se hacía mucho énfasis, y además, que la juventud nicaragüense era la que se estaba inmolando, ya que todo el peso estaba recayendo sobre sus hombros  en su martirologio sin fin. ¿Y de los políticos?, de éstos se decía que sólo vivían en conciliábulos y prebendas, que no les interesaba en organizar ni movilizar al pueblo en sus justas reivindicaciones populares, porque pensaban que el auge de la lucha podía salirse de su control y tomar otros causes que no fueran los de sus intereses oligárquicos.

   Y la verdad era que la única en enarbolar la bandera de la libertad, no había otra que la heroica juventud nicaragüense, aun a costa de su propia vida. Y era esta juventud heroica la que se estaba enfrentando contra una de las más oprobiosas dictaduras criminales de toda América Latina.

   Todo esto iba calando en el pensamiento y corazón de los jóvenes e incluso entre los más niños; y se discutía acaloradamente sin tener aún ni recursos ni conocimientos de las cosas, pero se discutía sobre lo que se oía y así, todo mundo se empujaba a la “discutidera”.

   Del sector de la Capilla San Juan de Dios, o de El Laborío, recuerdo que nos reuníamos en la plazoleta de la capilla y allí armábamos el “alboroto”, unos a favor y otros en contra, pero discutíamos. Recuerdo a José Saravia (Ché-Ché), Marcos Midence (Guayaba), Edwin Reyes Vanegas (el piloto), Mario Zamora, Gustavo Sáenz (Picucho), Mario Mendoza Medina (mi primo), el más cumiche Benjamín Lau, Roberto Valladares (Robertín), a veces se acercaban Fulvio Palma y Armando Reyes (Mikimí), pero todos le entrabamos al molote. A veces nos pasábamos a las hermosas esquinas de Alicia Berríos Delgadillo; otras, a la esquina del maestro músico Abraham Vanegas (hoy esquina del parque infantil) o a la esquina de las Valladares (las pulgas). O invadíamos la pieza de estudiantes, que le llamaban el “Paredón: Se Ejecutan Cotorras”, donde platicábamos con René Meléndez, Roberto Aguilar, Marcos Jacobo Frech, y uno de apellido Gallo.

  Para esos tiempos se hablaba y se discutía sobre los sucesos que venían aconteciendo. Oíamos a los adultos discutir, muchos de ellos se peleaban, unos a favor y otros en contra, sobre esos temas. Los Radio periódicos difundían noticias todos los días y aparecían en los periódicos de León y Managua. Ya a nosotros los “chavalos” nos interesaban escuchar y leerlas. También entraban revistas como “Bohemia”, algunos de nosotros hasta la coleccionábamos porque allí aparecían fotos y temas políticos. Yo vivía donde Mariíta Berrios Mayorga, Ciro Orozco me había llevado a su casa y gentilmente Dña. Lucía Berríos Mayorga, su mamá, me había aceptado. Ciro tenía un radio portátil “Admiral” y ponía las noticias y las preferidas eran las noticias políticas. Antes yo había vivido donde “Papa Van”, don Eduardo Rodríguez, casa ubicada entre don Abraham Vanegas (maestro músico) y Angelita Berríos Mayorga (maestra), siempre sector de la capilla hacia el Sur. También allí, había estudiantes, recuerdo a Bayardo Plazaola y Marcio Somoza Rodríguez; y en las discutieras de los mayores, yo ponía mucho cuidado y a veces no me gustaba lo que decían.

   Entre otras cosas se decía lo siguiente:

         *Que los estudiantes universitarios no dejaron entrar a la Universidad a un   “yanqui” que le habían dado un doctorado. Se produjeron altercados,         revuelos y alborotos en la Universidad. El yanqui no vino porque se         meó   de pánico.

*Que se realizaban manifestaciones de los estudiantes universitarios y que      también participaban los del INO “Máximo Jerez” (antiguo INO), a la        cabeza los dirigentes del CUUN, y como que hasta “chavalos”… Éstas se   realizaron en julio de 1958, en contra de Milton Eisenhower, hermano del presidente de los E.U., al que le habían otorgado el título de Doctor   Honoris Causa.

*Que los estudiantes han protestado contra Luis Somoza, por todos lados y en todo el país por las viles torturas a que estaban siendo sometidos los       prisioneros políticos y que se sospecha que los matarán. Lo que en      realidad sucedió.

         *Que las manifestaciones fueron intensas y que además ya estaban        participando los de secundaria. Y que todo el mes de octubre de 1958,          fueron de manifestaciones y protestas.

         *Que Fidel Castro Ruz estaba en La Sierra Maestra, que los “barbudos”         pidieron ayuda a los yanquis y que éstos se negaron. Mejor, porque así los         rusos se la pueden dar. “Y es que los yanquis se la quieren dar de la      mamacita de Tarzán…” (año de 1959).

*Que al Dr. Fabián Ruiz lo habían capturado; en las cárceles le     habían hecho barbaridades y le habían dejado la cara como Jesucristo.     Que se había fugado, lanzándose de lo alto de la “Loma” hacia la laguna de Tiscapa,  donde lo         tenían preso, y que por eso le decían Superman.

         *Que se habían asilado en la Embajada de Argentina: Jaime Gabuardi y          Fernando J. Núñez (este último vecino de la Iglesia de San Francisco- León), en el mes de agosto 1959.

         *Que al joven Ajax Delgado de la Juventud Patriótica, lo viven torturando
         terriblemente y que lo quieren matar (lo que también ocurrió).

   En fin, las noticias volaban, y todo era un solo alboroto. Unos a favor, otros en contra. Unos tratando de convencer a los reacios, y la minoría “sentados en sus treinta”.

   Y los que estábamos a favor de la lucha contra Somoza y simpatizábamos con La Sierra Maestra, con el Dr. Fidel Alejandro Castro Ruz, el Dr. Ernesto “Che” Guevara de la Serna, Camilo Cienfuegos Gorriarán y Raúl Modesto Castro Ruz ─como les decía Furilu, el gran narrador deportivo, Pablo René Miranda Núñez─. Cantábamos, Sierra Maestra: ─”Adelante, cubano/que Cuba premiaría nuestro heroísmo/Pues somos soldados,/que vamos a la Patria liberar/…” Esta canción la canta Daniel Santos (el anacobero) y que se oía en todas las emisora, luego que Fidel declara la Revolución Cubana de carácter Socialista, el disco desapareció de las radios…

   Otra canción que se oía era la de “Venezuela mía” de Tito Cortés. Y haciendo un paréntesis, a mí me ha gustado hacer poemas y en 1956 siendo un “chatelito” o “cipotillo” hice uno a Rigoberto López Pérez, después de los sucesos del 21 de septiembre, que con el tiempo lo fui arreglando pero manteniendo su originalidad. Por este poema que lo leía en voz alta, me vivían regañando: “chavalo jodido te van a verguear”. La acción del poeta Rigoberto, había estremecido a todos, y a mí me llegó una de esas ráfagas iluminadas y de resplandecientes fulguraciones. Dicen que “de tal palo tal astilla”. Mi padre fue y seguirá siendo un reconocido poeta que en vida recibió el Título de “Hijo Dilecto de la Ciudad de León, otorgado por la Alcaldía de León en Mayo de 1981 por Luis Felipe Pérez. Tal vez mis hermanos y yo, tenemos esa afición: “una veta que viene de la vena paterna”, dice Vida Mercedes Icaza Jiménez, abogada y poeta, insigne declamadora de los versos de mi padre. La verdad es que a mí me ha encantado siempre emborronar mis cuartillas con versos de mi alma.

La Esquina de los Sueños

   A mediados de 1957, yo fui a vivir donde la familia Berríos Mayorga. Por simpatía de Ciro Orozco, conmigo, éste me llevó a su casa. Era una familia bella. Doña Lucía, Corina, María y Ángeles eran las que componían esta cuna de bondad. La casa, una de esas casonas del antiguo León, con sus alargados corredores, jardín en medio, cuartos y dormitorios aireados; de ventanas y balcones  altos; de espacioso zaguán y de grande traspatio, que para mí fue , en aquel entorno , donde se fueron tejiendo mis grandes y bellos ideales, y a la que llamé : “La Esquina de de los sueños”.

   En esta esquina escuché atento cuando hablaba Mariíta Berríos Mayorga (una prestigiosa educadora), en las reuniones con personalidades del mundo intelectual y de doctrinarios liberales, y claro está, y de otros, esos que andan con el “lazo” en la mano, para ver que vientos soplan y agarran.  Pero, allí, tuve el honor de conocer a un médico filántropo, humanista, un hombre que irradiaba bondad, el Dr. Apolonio Berrios Mayorga. También, conocí a Joaquín Ibarra Mayorga, autor del Himno Nacional de Nicaragua, a René Schick a Julio Quintana, al Dr. Jorge Méndez, que siempre concluía con esta frase: “está jodido el verso”. Y a mí me gustaba porque ya se la había oído a varias personas en esta ciudad de León.





AGRADABLE RECUERDO

UN AGRADABLE RECUERDO VIENE A MI MENTE

Un día viernes después del pitazo de la sirena que anuncia la partición del día, y que corría el año 2003 del 7 de marzo, víspera del Día Internacional de la Mujer, estaba rematando unos versos sentado en el lugar donde se sienta el C.P.F., a la entrada de la Sala de Conferencias del Concejo Municipal de León, cuando escuché procedente del segundo piso, las vibrantes palabras de Marina Madariaga, guiadas en su singular forma coloquial de toda una autóctona Sutiava.

esto vino a acelerar mi pulso, por lo que me fui inmediatamente a sestear. Repentinamente, mi gusto, mi paladar, también se aceleraron  y procedí con exquisitez elegancia, a la libación fraterna y al recogimiento, en la siesta de mis pensamientos, a los que, le puse el sello en el “altar mayor del dios Baco”, con una “cebadita fermentada” a las 12:45 p.m. de estas mis humildes letras.

En esa fecha, se estaba celebrando a las Mujeres de la Alcaldía Municipal, en la víspera del 8 de Marzo, por lo que me apresuré a fotocopiar mis líneas en la esquina antigua de la “Librería Recalde” y empecé a repartir mis “Hojas Sueltas del Mundo de Mundo Icaza” como un Homenaje a la Mujer en el reconocimiento a su inteligencia, temple e hidalguía.

Y los versos los liberé echándolos al vuelo como suelo hacer, y éstos, se elevaron al espacio sideral, mientras yo "sesteaba" con mis queridos pensamientos en el “Sesteo”.

Poeta y periodista: Edmundo Icaza Mendoza
7:03 a.m. del 16 de abril de 2011
Colonia 4 de Mayo, Nº 20. Zaragoza.
Edicamen.

UN GOLPE EN MI PECHO

¡UN GOLPE EN MI PECHO!

Finamente dedicado a mí maestro,
Dr., Edgardo Buitrago Buitrago.
---
¡La alegría estalla límpida
en el delicado instante de mi momento!

***
Siento un golpe en mi pecho,
que a mi mente le ordena
el ritmo, que mi cerebro atesora,
y me indica escribir:
y es el que lleve armonía,
y es el que se sienta el relieve,
en la palabra el sentir,
de la musicalidad la belleza,
en el compás del verso,
y en su cimiento del alma, la armonía
vivir. 

Porque al darle el acento, la intensidad
al ritmo, música y belleza le da a mi alma,
en la esencia del verbo,
que clama mi lengua,
sin callar los sentidos,
de mi vida inspirada,
en mi pluma despierta,
emborronando cuartillas
de mi "yo" alborozado
entre suspiros de vida.
   
Porque siento alegría,
al brindar mi tributo,
de cada momento,
y al instante, de cada
suspiro, que mi alma
se asoma, al vibrar
de las cosas, que parecieran,
que no tienen sentido.

 ¡Siento un golpe en mi pecho!
¡Y la alegría de la vida al vivir!

Autor: Pedro Edmundo Icaza Mendoza
    
Versos leídos por mi persona en la jornada 
del VIII Simposio Internacional:
Rubén Darío: Personalidad y Liderazgo.
Del 16 al 20 de Enero de 2010
en León de Nicaragua.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

ENCUENTRO AFECTIVO TRAJO A MÍ...

C U A D E R N O S  “EDICAMEN”
UN APORTE A LA CULTURA, AL ARTE Y LA POESÍA
DE  LEÓN, NICARAGUA, A. C.

Edmundo Icaza Mendoza

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ENCUENTRO AFECTIVO TRAJO A MÍ, 
RECUERDOS ENTRAÑABLES

3 de agosto
2010
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Un encuentro con Eligio Daniel Izaguirre Téllez, avivó la Esperanza en la fortaleza, la sinceridad y lealtad, como principio del hombre de alta moral, lo que siempre hemos deseado, en una sociedad justa. 
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POR EL ANHELO DEL MAÑANA
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 ENCUENTRO AFECTIVO TRAJO A MÍ, RECUERDOS ENTRAÑABLES

El día miércoles 21 de julio del año presente 2010, recibí una visita sorpresa. Mi hija, Elsa Massiel, salió a atender al visitante. ─Dice, que es Daniel Izaguirre. ─ ¡Que pase Daniel Izaguirre Téllez, mi casa le abre los brazos de afectuosa amistad!, respondí yo, bastante emocionado. Después vino el abrazo efusivo, y las escenas se sucedieron vertiginosamente entre el hoy y el ayer en un recuento expedito para poner al día nuestros agitados recuerdos.

Luego vino otra sorpresa. ─Hombré, hermanó, te traigo el manuscrito de mi vida. Mi propia autobiografía. Mis memorias. Y quiero de vos, unas letras… que escribás algo. ─¿Por qué yo?, le pregunté. ─¡Porque, somos hermanos de ideas y de lucha! Y nos ha unido la sinceridad de la palabra, de los hechos y del corazón.

Eso me honró y llenó de encomio, a la emoción ya descrita. Vino otro abrazo e inmediatamente, nos pusimos manos a la obra. Se mandó a fotocopiar todo el material, lo ordenó y me lo fue entregando, haciendo las recomendaciones y explicaciones pertinentes.

Y la tercera sorpresa estaba por llegar. ─Mirá, hermanó, éstas son mis canciones. Y empecé a hojearlas. Había una dedicada a la Ciudad de Telica, tierra de mi santa Madre, María Elsa Mendoza Parajón. He, aquí, dos estrofas: “Te quiero cantar mi vida/y decirte con alegría/viva Telica bendita/pedazo de la tierra mía”. // “Señor nuestro desde el cielo/como una brisa sagrada/envíanos una mirada/de esperanza y de consuelo”. Y otra canción que nos llama a la reflexión y un No, a la violencia es la siguiente: “El que reflexiona y piensa/el que sabe discernir/canta, descansa y sueña/vive y deja vivir”. Y así, muchas más. De repente, me dice ─Te voy a regalar un tesoro. Es el “Himno de la Construcción”, escrito por el poeta “Chorotega” Antenor Sandino Hernández, el que me fue entregado, por el recordado periodista e hijo del poeta “Chorotega”, Ramón Augusto Sandino Centeno (RANSAN), en el mes de junio de 1974, especialmente para el Sindicato de Carpinteros Albañiles y Armadores y Similares de León (SCAAS).

Dice entre otras estrofas:

Porque somos la fuerza impulsora
Que en el átomo duerme y se hace mar,
Los que hacemos banderas del Espacio
Nuestro cuerpo en alto al trabajar.

Porque somos el ímpetu que lleva
Vivo gérmenes de amor y libertad,
Porque somos el impulso de la rueda
Que mueve como el sol la voluntad.

Con esta avalancha de sorpresas, Eligio Daniel Izaguirre Téllez, se despidió con un más grande y profuso abrazo, inspirando en mí, el de escribir una introspección o repaso de esa vida de sacrificio, entrega y sinceridad, con que, Daniel Izaguirre Téllez, ha sabido imprimir a su enérgica existencia, siendo su lema: “Yo escribo pero no busco/oro, dinero, ni fama/yo escribo para decir/lo que otros saben/y callan”.

De su expediente, me encontré con un cuadernillo: “Mi colaboración con el periodismo”. En el documento hace desfilar a todos los periodistas, aquellos que visitaban el sindicato de la construcción, aquellos que entablaron amistad con él, y que, a lo largo de su vida, fueron expresándole su amistad, la que él acogió sin distingo de ninguna naturaleza: los periodistas de la Asociación de Periodistas Independientes de León (APIL), y de la Asociación de Periodistas (APL).

Eligio Daniel Izaguirre Téllez, nace en un barrio laborioso de trabajadores, donde hombres y mujeres, de extracción obrera y campesina han proclamado con hechos, su actividad y valentía. Él vio la luz del mundo un 1º de enero de 1945, en el seno de una familia humilde, pero digna, cimentada en profundos principios morales.

Su niñez llena de vicisitudes y pobreza, lo obliga desde tempana edad, a buscar el pan nuestro de cada día, en múltiples trabajos y desempeños, donde conoció la dureza del trabajo del campo y la ciudad y los maltratos a que fue sometido.

Eligio Daniel, fue así, que en los “ásperos hornos del trabajo” fue cincelando su carácter, su interés y preocupación por la defensa de los trabajadores. Y ya para 1967, ─nos dice en su autobiografía─ ingresa al Sindicato de Albañiles, Armadores y Similares de León (SCAAS), año en que también se relaciona con Rafael Rufino Abarca Mendoza y Guillermo Inocente Ramírez, dos destacados dirigentes de esta ciudad de León.

Desde ahí, Daniel Izaguirre, fue consolidando sus conocimientos sobre el sindicalismo, organización y defensa de los obreros; y sobre todo, fue acopiando ideas claras sobre la lucha que debía mantener por la emancipación de su clase, y por las conquistas de mejores condiciones humanas, de vida y por la dignidad de los trabajadores, en una sociedad justa. Nace así, la sinceridad, disposición y disciplina, en la forja y talla de un dirigente leal.

Eligio Daniel Izaguirre Téllez, emerge en ese mismo año (1967) y de manera vertiginosa; lo vemos aparecer en el escenario revolucionario, se incorpora a la vanguardia político-militar el FSLN, e inicia su trabajo de concientización en las filas de otros sindicatos y el de captación de hombres y mujeres para la lucha contra la oprobiosa dictadura somocista. Y es así, que también se inicia, la secuencia de amenazas, acoso, persecuciones, capturas y torturas de que fue objeto durante toda su vida de lucha sindical y revolucionaria.

Yo empecé a tratar a Daniel Izaguirre en el año de 1972-73. En ese tiempo yo trabajaba con Santos Valentino Ruiz, llevándole noticias a la Radio Circuito y haciendo la Sección Cultural; igual que con Francisco Darce Blanco, al que además, hacía la sección Comentarios Dominicales, como el del domingo 16 de septiembre de 1973, titulado “En golpe militar al Presidente Salvador Allende, involucrados la CIA y la International Telephone, Telegraph (ITT)”.

─Querés agarrar, buenas noticias, ─me dijo, Alí Abarca Meléndez, buscá a Daniel Izaguirre Téllez del SCAAS. Es buen elemento. Y en verdad, que la noticia estaba a la orden del día, de toda clase de noticias, sobre todo, de los trabajadores y los sindicatos. Los periodistas llegábamos a la oficina del SCAAS y a todos, nos atendía con amabilidad, gentileza y deferencia. Así, lo fui tratando y conociendo, al gran Eligio Daniel Izaguirre Téllez. Hombre franco, sincero y sencillo, con la verdad en la mano y de la mano con ella. Y lo conozco, hasta el día de hoy en que trazo estas líneas, y en que todavía, Daniel, mantiene su lema: “…yo hablo, lo que otros saben y callan”. Daniel Izaguirre, es un hombre cabal, lo testifica su larga trayectoria de lucha.

Y de esta larga trayectoria a la que me refiero, Daniel, aparece por el año de 1967 ingresando al SCAAS, me dicen sus memorias. Y en ellas, va haciendo un recuento detallado de conocidas personalidades del mundo sindical, obrero y político. Daniel se foguea, al lado de Rafael Rufino Abarca Mendoza y Guillermo Inocente Ramírez. Y es en el mismo año de 1967, en que se relaciona y traba amistad con simpatizantes del FSLN, año duro por cierto, de mucho sacrificio:

27 de Agosto, caen los compañeros en la Jornada Heroica de Pancasán:
Silvio Mayorga Delgado, Rigoberto Cruz, Francisco Moreno, Otto Casco,
Fausto García, Oscar Danilo Rosales, Nicolás Sánchez, Carlos Reyna,
Carlos Tinoco y Ernesto Fernández

21 de Octubre, es asesinado cruelmente René Carrión López, en el Comando
G.N. de León. Persecución y captura a conocidos dirigentes estudiantiles:
Sócrates Flores, Guillermo Lanzas y es ferozmente torturado Richard García
Navas.

4 de Noviembre, son capturados, torturados y asesinados: Casimiro Sotelo,
Edmundo Pérez, Hugo Medina y Roberto Amaya, en la ciudad capital.

Y en un ambiente de mucha represión, Daniel Izaguirre trabaja, lucha y se adiestra en la concientización de los miembros de los Sindicatos Hospitalarios, de la UNAN, del INSS y del SCAAS; también participa en la formación del Comité de Organización Sindical (COS), y de apoyo a la asociación de mujeres AMPRONAC. Este ejercicio de acción e instrucción, le va a permitir una verdadera habilidad para una cuidadosa selección, de futuros colaboradores y cuadros políticos del FSLN, en un febril crecimiento del movimiento sindical en León.

Sus estudios sobre sindicalismo, cursos políticos-ideológicos, su entrega y sacrificio y la ejemplaridad de dirigente, lo llevó a ocupar cargos en la Junta Directiva y de Vigilancia del SCAAS; Asesor Negociador, ante la Cámara Nicaragüense de la Construcción, participación en la creación de la Federación de Sindicatos de Carpinteros, Albañiles, Armadores y Similares; todo ello, junto a otros relevantes dirigentes del sindicalismo regional y nacional, y siempre él, ahí estaba, en representación del SCAAS de León.

A Daniel se le ve participando en grandes huelgas, como por ejemplo: el de la construcción (1973), la que fue dirigida por el SCAAS y que pertenecía a la Confederación General del Trabajo CGTi (independiente), huelga con la que se fueron con más de 5 mil obreros y cuyo objetivo era el de abolir las 60 horas de trabajo, impuesta por Somoza (en decreto del 10 de enero del 73), y además, sobresale porque esta huelga, desafió abiertamente el estado de sitio que impuso el dictador. Otra de las huelgas fue la de los Hospitalarios (1973-74), iniciándose en el Hospital Vélez Páiz, y a la que se sumaron siete centros asistenciales del país, por lo que a Daniel, le tocó recorrer varios departamentos de Nicaragua, solicitando la solidaridad. Como hemos visto, en el recorrido de estas líneas, a Daniel, lo vemos que aparece aquí, y aparece allá en los comités de barrio, en las campañas pro libertad de reos políticos, en las movilizaciones contra el alza del agua y la luz… ¿y en donde no estaba Daniel?, es muy difícil no encontrar su presencia, en el palpitar diario de la vida sindical, obrera, estudiantil, periodística y social de su León de Nicaragua, y también a nivel nacional en los congresos de la CGTi, y de los Congresos Estudiantiles de la UNEN. ¿Se ha valorado a este hombre? ¿Su trabajo, sacrificio y lealtad? Creo que no. Por lo menos, a Daniel, se le debe el reconocimiento, de ser un verdadero luchador por las causas nobles de un pueblo y sobre todo de la causa obrera.

Leer las Memorias de Daniel, no solamente es un recuento de sus reminiscencias, sino, que esta documentación es de gran utilidad, porque en ella encontramos datos: fechas, lugares, casos, hechos y personas, de los cuales en algunos fuimos testigos, en otros tuvimos experiencias vivenciales, o fuimos protagonistas directos; y además, refresca nuestras propias evocaciones de aquellos acontecimientos que dejaron honda huella en nuestra vida, en la historia local y nacional, y dar un repaso de esa larga lucha que se tuvo que librar, para derrumbar la oprobiosa dictadura criminal de los Somoza.

Y, para despedirme, con el mismo abrazo efusivo que nos dimos al principio, te dejo mi poema que te lo dediqué a ti y a tu hermano Carlos, porque vi en ti y en él, el brillar de la Esperanza, que es la misma esperanza mía. ¡Salud, Daniel Izaguirre!

LA ESPERANZA

Un Homenaje a Daniel y Carlos
Izaguirre Téllez, que al igual que
todo un pueblo: ¡los corazones se abren
a la Esperanza!

***
En el cielo azul de mi León,
y, en la apacible estancia de mi alma,
percibo, una fuerza arrolladora,
que levantando su voz imponente,
bajan desde los cuatro puntos cardinales
festones serpenteantes
de ánimo y energía,
derramándose sonrientes y frescos
en el rostro diáfano de la ¡Victoria!

Y, siguiendo la aclamación
de la lucha ininterrumpida,
compartimos la alegría de vivir
con un pueblo que se corona de auras,
¡En el Arco Triunfal de la Esperanza!

Dignidad y compromiso:
Altar sagrado de los pobres.
Y como Paladines del Amor,
anuncian las buenas nuevas
ceñidas en sus sienes
¡Los verdes laureles de la Esperanza!

¡Oh¡ Mi León, jubiloso y contundente
y con la alegría luminosa de estos Hermanos
encienden de su sencillez copos musicales
en el esplendor de un pueblo
¡Qué espera ferviente el mañana!


11:00 a.m. 13 de septiembre de 1978
Terrible represión contra los periodistas.
“Las Pilas”, El Laborío. Edicamen.

Mi reconocimiento porque es ejemplo de integridad, de entrega y lucha por los intereses del pueblo, de la causa obrera y del Hombre Nuevo.

PEDRO EDMUNDO ICAZA MENDOZA
Poeta y Periodista de la ciudad de León.
Afiliado a la UPN e incorporado al Colegio
de Periodistas de Nicaragua.

lunes, 19 de noviembre de 2012

POESÍA DE VARIOS AUTORES

POESÍA DE VARIOS AUTORES


                   Amor Eterno

         Podrá nublarse el sol eternamente;
         Podrá secarse en un instante el mar;
         Podrá romperse el eje de la tierra
         Como un débil cristal.

         ¡Todo sucederá! Podrá la muerte
         Cubrirme con su fúnebre crespón;
         Pero jamás en mí podrá apagarse
         La llama de tu amor.

                            Gustavo Adolfo Bécquer)

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         TOCO TU BOCA (Fragmento de “Rayuela”)

                   Toco tu boca,
                   con un dedo toco el borde de tu boca,
                   voy dibujándola como si saliera de mi mano,
                   como si por primera vez tu boca se entreabriera,
                   y me basta cerrar los ojos
                   para deshacerlo todo y recomenzar,
                   hago nacer cada vez la boca que deseo,
                   la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara,
                   una boca elegida entre todas,
                   con soberana libertad elegida por mí
                   para dibujarla con mi mano en tu cara,
                   y que por un azar que no busco comprender
                   coincide exactamente con tu boca
                   que sonríe por debajo
                   de la que mi mano te dibuja.

                   Me miras,
                   de cerca me miras,
                   cada vez más de cerca
                   y entonces jugamos al cíclope,
                   nos miramos cada vez más cerca
                   y los ojos se agrandan,
                   se acercan entre sí,
                   se superponen y los cíclopes se miran,
                   respirando confundidos,
                   las bocas se encuentran y luchan tibiamente,
                   mordiéndose con los labios,
                   apoyando apenas la lengua en los dientes,
                   jugando en sus recintos,
                   donde un aire pesado va y viene
                   con un perfume
                   viejo y un silencio.

                   Entonces,
                   mis manos buscan hundirse en tu pelo,
                   acariciar lentamente la profundidad de tu pelo
                   mientras nos besamos como si tuviéramos
                   la boca llena de flores o de peces,
                   de movimientos vivos,
                   de fragancia oscura.

                   Y si nos mordemos el dolor es dulce,
                   y si nos ahogamos en un breve y terrible
                   absorber simultáneo del aliento,
                   esa instantánea muerte es bella.

                   Y hay una sola saliva
                   y un solo sabor a fruta madura,
                   y yo te siento temblar contra mí
                   como una luna en el agua.

                                               Julio Cortázar

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                   Carta mínima a mi mujer

                   Si me matan, quiero que sepan que he vivido
                   en lucha por la vida y por el hombre.
                   Un mundo de todos para todos.

                   Si me matan, una rosa roja
                   modelo de mi corazón
                   es el amor que te dejo.

                   Si me matan, es igual.
                   No veré el maíz a la orilla de todos los caminos
                   ni el rastro de ternura para los pies descalzos
                   pero sé que vendrá.

                   Si me matan, no importa
                   nuestra causa seguirá viviendo
                   otros la seguirán.
                   El porvenir es brillante.

                                      Ricardo Morales Avilés, 
                                      Cárcel de la Aviación 1971.

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                            Cuando pierda sus cabellos la burguesía


                            Cuando llegue la aurora y pierda sus cabellos
                            la burguesía
                            ¿me seguirás amando como lo haces ahora
                            y tendrás la misma luz que hoy tienen tus ojos?

                            Si para entonces encuentro lugar de reposo
                            ¿seguirás necesitándome y querrás quedarte conmigo?
                            Tendremos más años y muchos más sueños que hoy
                            pero quizás podamos pasear por el jardín
                            conversar bajo un árbol o decirte una canción
                            tú puedes mirarme a través de la ventana
                            arrancar malas hierbas
                            o si lo prefieres, jugar con los niños cogidos a tu falda
                            o podríamos interpretar las estrellas
                            o coger el hilo y el ritmo a los poemas
                            o viajar los domingos a cualquier solitario planeta
                            o despacio caminar por las tardes sobre tibias arenas,
                            podríamos invitar a los amigos y despedirnos hasta el                                                                                                       [amanecer
                            o por el contrario muy serios, estudiar y aprender.
                            Veríamos juntos cambiar en luz las tinieblas del mundo.
                            ¿Podríamos pedir más?
                            Cuando llegue ese tiempo
                            ¿seguirás necesitándome y haciéndome compañía?
                            Voy a esperar tu respuesta
                            ha sonado el fusil, tengo mucho que hacer.

                                                        Ricardo Morales Avilés,
                                                        Cárcel de la Aviación, 1971


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REÍR LLORANDO

Viendo a Garrik -actor de la Inglaterra
-el pueblo al aplaudirlo le decía:
"eres el más gracioso de la tierra, y el más feliz...".
Y el cómico reía.
Víctimas del "spleen", los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores,
y cambiaban su "spleen" en carcajadas.

Una vez, ante un médico famoso,
llegóse un hombre de mirar sombrío:
-Sufro -le dijo-, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.
Nada me causa encanto ni atractivo:
no me importan mi nombre ni mi suerte;
en un eterno "spleen" muriendo vivo,
y es mi única pasión la de la muerte.

-Viajad y os distraeréis.
-¡Tanto he viajado!
-Las lecturas buscad.
-¡Tanto he leído!
-Que os ame una mujer.
 -¡Si soy amado!-Un título adquirid.
-¡Noble he nacido!
-¿Pobre seréis quizá?
-Tengo riquezas.
-¿De lisonjas gustáis?
-¡Tantas escucho!
-¿Qué tenéis de familia?
-Mis tristezas.
-¿Váis a los cementerios?
-Mucho... mucho...
-De vuestra vida actual
¿tenéis testigos?
-Sí, mas no dejo que me impongan yugos:
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos, mis verdugos.
-Me deja -agrega el médico- perplejo vuestro mal,
y no debo acobardaros;
tomad hoy por receta este consejo:
"sólo viendo a Garrik podréis curaos".

-¿A Garrik?
-Sí, a Garrik...
La más remisa y austera sociedad le busca ansiosa:
todo aquél que lo ve muere de risa;
¡tiene una gracia artística asombrosa!
-¿Y a mí me hará reír?
-¡Ah! sí, os lo juro;
él sí, nada más él; mas... ¿qué os inquieta?
-Así -dijo el enfermo-, no me curo;
¡Yo soy Garrik!... Cambiadme la receta.

¡Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!

¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuando el rostro ríe!
Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto,
y también a llorar con carcajadas.

Juan de Dios Peza (México, 1852-1910)
Recopilado el 14 de Febrero de 1.959 (Venezuela)


http://www.monografias.com/

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El duelo del mayoral
[Poema: Texto completo.]
Anónimo
¿Que cómo fue, señora...?
Como son las cosas cuando son del alma.
Ella era linda y él era muy hombre,
y yo la quería y ella me adoraba;
pero él, hecho sombra, se me interponía
y todas las noches junto a la ventana
fragantes manojos de rosas había
y rojos claveles y dalias de nácar.
Y cuando las sombras cubrían las cosas
y en el ancho cielo la luna brillaba,
de entre las palmeras brotaba su canto
y como una flecha a su casa llegaba.


¡Cómo la quería!
Cómo le cantaba sus ansias de amores
y cómo vibraba con él su guitarra.
Y yo tras las palmas con rabia le oía
y entre canto y canto colgaba una lágrima.
Lágrima de hombre, no crea otra cosa,
que los hombres lloran como las mujeres
porque tienen débil, como ellas, el alma.


No puedo evitarlo, la envidia es muy negra
y la pena de amor es muy mala,
y cuando la sangre se enrabia en las venas
no hay quien pueda, señora, calmarla...


Y una noche, lo que hacen los celos,
lo esperé allá abajo, junto a la cañada;
retumbaba el trueno, llovía, y el río
igual que mis venas hinchado bajaba.
Al fin a lo lejos lo vi entre las sombras,
venía cantando su loca esperanza,
en el cinto colgaba el machete,
bajo el brazo la alegre guitarra.


Llegó hasta mi lado, tranquilo, sereno,
me clavó con los ojos su fría mirada;
me dijo: ¿Me espera?... Le dije: ¡Te espero!
y no hablamos más, ni media palabra.
Que era bravo el hombre, cual los hombres machos,
y los hombres machos pelean, no hablan.


¡Cómo la quería...! El machete dijo
su amor y sus ansias, roncaba su pecho,
brillaban sus ojos, y entre golpe y golpe ponía su alma.
No fue lucha de hombres, fue lucha de toros,
eso bien lo sabe la vieja cañada,
pero más que el amor y el ensueño
pudieron la envidia y la rabia,
y al fin mi machete lo dejó tendido
sobre su guitarra...


No tema, señora, son cosas pasadas...
Todavía en el suelo me dijo llorando:
-¡Quiérela... que es buena...!
Quiérela... como yo la he querido
¡Quiérela... que es santa...
que aunque muero...
la llevo metida en el alma!


Y tuve celos, señora, del que así me hablaba
y tuve celos de aquel que moría
y aun muriendo la amaba...
Y la sangre cegó mis pupilas
y el machete en la mano temblome de rabia
y lo hundí en su pecho con odio y con furia
y rasgué su carne buscándole el alma...
Porque en el alma se llevaba mi hembra...
y yo no quería que se la llevara.


Recopilada. Gracias Ciudad Seva

http://www.ciudadseva.com/